A la noche desbocada.

A la noche desbocada
Salí uno y taciturno
Consumiéndome en mis males
Sin la gente remilgada

Envestido de derrota 
Con la tez ornamentada
Por las llagas del espanto
Del atisbo hacia la nada

Por los surcos caminaba
Dando vueltas en mis fueros 
Con el sueño como un muerto
Y el cemento en mi garganta

En la plaza de concreto
Los aullidos reverberaban
Entre el tiempo y los cristales
El dolor y la esperanza

El final ineluctable
Era el astro que asomaba
Pero el poeta triste y solo
¡Acezante aún andaba!

Raymundo Orihuela

El tiempo.

El tiempo nunca existió
solo fuimos nosotros
jugando a ser libres

Bajo la indómita lluvia
entre las noches azules
solo fueron nuestros corazones
chocando contra la vida

En infinitos atardeceres
nuestras sombras siguen hechizadas
sobre la diáfana brisa
donde aprendimos el dolor

Deshojados por el vendaval
con órganos remendados
solo fuimos nosotros
sorprendidos al sentir de repente

El tiempo nunca existió
pero la incandescente magia
de esos momentos nomades
quedará en nuestras retinas
percudidas por el amor.

Poema de la visión de una mujer

De sus ojos se salio el mar 
suavemente
y por la cienaga del ensueño
me le acerqué


con su vestido de luna
atrapaba la luz
y la eternidad
se postraba entre sus pies

mientras agitaba la calma
las piedras la miraban
pues ella era movimiento
y vibración a la vez

sin saberlo me dejó todo
como amarrado a mis deseos
cuando se fue bailando
un fandango


con mi soledad

Raymundo Orihuela

Se que siempre.

Se que siempre/ me recuerdo
las celebraciones/ en los parques

Que en las tardes/ bajo el cielo
temblaremos/ nuevos males

Se que siempre/ es el tiempo
oro viejo/ de mortales

Se que entonces/ somos trenes
estaciones/ sin equipaje.

Quiero

Quiero decir cosas irrelevantes
las que de mi boca
solo llegan a su alma

Quiero soñar sueños interminables
los que despertando
Se comienzan desde su espalda

Quiero llenarla de besos resplandecientes
los que simplemente
no vemos como nos marcan

Quiero refugiarla y desbordarla
Quiero escucharla
y a la vez también
 
   Quiero susurrarla...

Raymundo Orihuela.

Serías

Serias mi presente pero prefiero recordalo
para mirarte desde la orilla, como se contemplan las estrellas


Serias mi destino pero prefiero burlarlo
como caricias que se esquivan para siempre dejar huellas


Serias mi infinito pero prefiero contarlo
y con tu ausencia calcular todas las otras cosas bellas


Serias mi futuro pero prefiero aproximarlo
Serias mi delirio

 pero prefiero razonarlo

Amor Mendigo.

Y el amor cae/ como cenizas 
Se nos ensucia /como la ropa de algún mendigo

Y en verdad nos duele/ como los sueños 
Se nos olvida/ en las paredes de alguna esquina 

Y el amor se abriga/ con cajas vacías
se nos enfría/ bajo la luz de algún foco a la deriva

Y en verdad nos duele/ como los besos
Que se acurrucan/ en las pampas desiertas/ de los recuerdos

Raymundo Orihuela.

Sin título

Soy una ventana tapiada / el vasto silencio / de los teatros derruidos
Soy una caricia sin piel / soy la distancia / entre la piedra y el pozo
Soy las vacaciones pasadas/ el cartel amarillento / de las obras disfrutadas
Soy el pincel del eclipse/ el cuadro sin marco/ huérfano de composición
Soy una pista de brea / el carruaje sin caballero/ el espasmo enmudecido.
Soy una estatua de mármol/ la antítesis del tiempo / el para siempre tal vez...

Raymundo Orihuela.

La atmósfera del desvelo.

Estas horas largas visualizan solo un sueño
aquel que nunca duermo pero vivo en mi desvelo
detrás de cada imagen se recuestan los abuelos
después de cada hora, se rehidratan con veneno

las sombras inmortales me conversan sin modales
las graciles, las madres, las viudas sin amantes
el tiempo pasa corto, lento y mata los colores
y ahora estoy mas solo que la luna sin la noche

los vientos solitarios, se cruzan en los cielos
fantasmas que se tocan y son fríos como el hielo
señales que se mueven, hombres solos en esquinas
actores de la burda y traicionera triste Lima.

Por ultimo, los grillos, me reclaman que estas viva
mi mente te recuerda, mi corazón te imita
el velo de la noche se revela como el día
tu amor que se me escapa pero este desvelo todavía...

Dolor.

Me persigues Dolor

Y te siento dentro mío, tan vivo como yo

Me sometes a la noche Dolor 

Acaso estarás esperando, ¿que decida morir?

Eres tan inmenso como el espacio
Y tan profundo como la oscuridad

Que salvaje embarazo, que cría más cruel

Cuando nacerás oh Dolor, ¿cuándo sufrirás fuera de mí?

¿Cuándo descubriré tus verdades?
 ¿me las querrás decir?

Me persigues Dolor

¿Cuándo te alejarás de mí?

Poema sobre Lazos.

Se perseguían a ellos mismos
devorando sus propias miradas
y en su lecho de angustias
Acostumbraron
pensar que amaban

como simples mortales
en el fuego azaroso se quemaban
para calmar sus ansias
le quitaron a la piel el alma

después del fin se fueron
por caminos separados
de vez en cuando, sus corazones se quebraban
aveces casi todo
 a veces casi nada...

Nueva Poesia.

Romina
es en el alma donde a veces tu voz quebrada me inca

Despacio
en los centros del universo de la melancolía

Escucho
tus palabras y tus risas

Son los callejones rodeados de sangre y espasmos dorados
el cielo

En el que anhelábamos desvanecernos como una pluma al viento
sin embargo

El amor es como un medallón gastado perdido en la nieve


Como tus ojos
como los sueños de un lobo en un bosque marchito

Buscando una presa
inescrutables

Como todos los movimientos y respiración que nos restan


Romina
Son los latidos de tu corazón los que siento
 cada ves mas lejos

Estas como adherida al frió
 y el frió a mis huesos.

poesia

1.

Anticipando la melancolía como símbolo de defensa

Hoy te ilumina mi deseo y hasta pareces alcanzable

Como una estrella en el espeso cielo de mi mente.

2

Dejó su perfume/ en las esquinas del pasado

y en el instante mas dulce /me encontré a mi mismo /amando solo su recuerdo

4.

Estoy en una nebulosa

llena de sueños desamparados

cual luz ámbar atrapada
en las calles de la noche

donde nuestras risas transparentes aun ríen

5.

Hay unas mujeres que son mas que cuerpo y cara

Es casi imposible tocarlas
 pues la carne las polariza

 Hay muchos deseo
sin definidas caricias

  Hay algunas mujeres
que sin amor no se lastiman