Poema de la visión de una mujer
De sus ojos se salio el mar
suavemente
y por la cienaga del ensueño
me le acerqué
con su vestido de luna
atrapaba la luz
y la eternidad
se postraba entre sus pies
mientras agitaba la calma
las piedras la miraban
pues ella era movimiento
y vibración a la vez
sin saberlo me dejó todo
como amarrado a mis deseos
cuando se fue bailando
un fandango
con mi soledad
Raymundo Orihuela
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